La ostras gallegas Planas, uno de esos manjares más preciados de nuestros mares, además, están consideradas como uno de los mariscos comestibles crudos más apreciados del mercado. Solo dependemos de un buen cuchillo para poder disfrutar de ellas.
La ostra posee dos valvas circulares de aspecto rugoso. Las ostras gallegas poseen un alto contenido en Zinc, lo que las convierte en un verdadero manjar afrodisíaco.
Al igual que las navajas o la almeja fina, es recomendable conservar las ostras en la misma malla en la que las adquirimos, ya que al estar apretadas entre sí evitaremos abran y por lo tanto se conserven más tiempo en nuestras neveras.
La ostra siempre se entrega viva y sin abrir. Disfruta de su magnífico sabor, con la frescura que te garantizamos, solo te falta la mejor compañía.
Se calculan 6 ostras para cada 1-2 personas.
Como abrir ostras
La mejor manera para degustar este marisco es comerlo crudo con unas gotas de limón. Para abrir las ostras tan solo debemos seguir los siguientes pasos:
1. Introduce el cuchillo con mucho cuidado por la zona de las valvas y ve cortando con cuidado para despegar así el musculo que une las conchas.
2. Sirve las ostras sobre un plato con abundante hielo y un trozo de limón para mantenerlas lo más frescas posible hasta el momento de comerlas.
Sugerencias de preparación de ostras gallegas
Una vez que cocinas las ostras al vapor, fritas o gratinadas, puedes condimentarlas con las especias que mejor se adapten a ti, como tabasco, limón, lima y pimienta. Si quieres cocinar ostras, y te preguntas cuáles son las formas de prepararlas más sabrosas, te ofrecemos 2 sugerencias:
Ostras gallegas al vapor
Después de lavar y limpiar las conchas de las ostras, llena una olla con agua y un vaso de vino blanco o cerveza. Deposita las ostras en un colador que no toque el agua de la olla, y hierve el agua entre 5 y 10 minutos. Retira las ostras, sazona y condimenta con aceite y perejil, y a disfrutar.
Recuerda desechar las ostras que no se han abierto al vapor, porque ya estaban muertas antes, y no son comestibles.
Ostras gallegas fritas
Lava las ostras con agua corriente y abre las conchas. Extrae la ostra y rebózala en una mezcla de huevo, sal, harina y pimienta. Fríelas en aceite de oliva muy caliente y sírvelas con limón o tabasco. Se comen aún calientes.