Conocida como almeja japónica gallega, este molusco de origen japonés fue introducido en las ricas aguas de las Rías Gallegas en los años 80. Esta almeja no es autóctona de Galicia, pero su cultivo hoy está muy extendido en la comunidad gallega, pero desde hace muchos años forman parte también de nuestra amplia variedad de marisco gallego. Es ideal para preparar platos tales fabes con almejas, acompañar en pescados, arroces, fideos o tomarlas a la sartén o a la marinera. La calidad extra y la frescura están aseguradas, solo tienes que disfrutar de ellas.
Es recomendable conservar la almeja japónica gallega en la misma malla en la que las adquirimos ya que al estar apretadas entre sí, evitaremos que estas se abran y por lo tanto aguantarán más tiempo en nuestras neveras.
La almeja japónica gallega suele tener menor precio en el mercado que la babosa.
Se distingue por su concha, dado que tiene unas líneas radiales y concéntricas más marcadas que en la almeja fina, que forman una cuadrícula y su color es más bien gris y beige.
Cada kilo de almeja japónica gallega mediana contiene unas 60 piezas y la gorda unas 40.
Se calcula cada Kilo para cada 3-4 personas.